MITOS Y LEYENDAS

LA LEYENDA DEL CALLEJON DEL DIABLO

 Algunos pobladores de Paijan (La Libertad - Perú) dicen que hace tiempo había un callejón que conectaba al pueblo de Paiján con las chacras. A ese callejón se le llamaba el callejón del diablo. Porque todos decían que desde las 6:00 de la tarde, en ese callejón habitaba el diablo, y todos los labradores que trabajaban en la chacra tenían que llegar al pueblo antas de las 6:00 sino el diablo aparecía y les daba un susto horripilante. Pero un dia un señor que era un labrador, que se iba a tomar vino después de trabajar, se tomó unas copitas de más y se atrevió a cruzar por ese callejón. Por más que todos le decían que no parece por ahí el siguió adelante. Ese señor cuando estaba ya por llegar al final del callejón apareció el diablo. Pero ese señor dijo: que diablo ni que ocho cuartos, vas a ver que ahorita te mato. Entonces el señor saco su escopeta y empezó a disparar. Cuando el joven se quita la manta y dice: no por favor no me mate por favor. Y resulta que el diablo no era el diablo sino era un muchacho que se ponía una manta y asustaba a la gente, y como las personas salían del susto, dejaban sus cosas tiradas y luego el joven se las robaba.

 

LA LEYENDA DEL CERRO AZUL

El tesoro de Paiján

 La familia Lizarzaburo afincada en Trujillo pasaba por aprietos económicos , comentándolo ello a su compadre un indio que vivía en Paiján , dicen los relatos que el indio compadecido le ofreció ayuda con el préstamo de BARRAS DE ORO , con la promesa que lo llevaría a Lizarzahuro enlomo de bestia con los ojos vendados a su escondite para que no conozca el lugar, teniendo otros de sus compromisos el de no indicar quien lo había dado, por que de lo contrario moriría , Lizarzaburo comenzó a demostrar su nuevo signo de riqueza por lo que la policía lo tomo prisionero , al hacerlo declarar dijo que le había entregado las barras de oro, al dirigirse la policía a Paiján con el inculpado y al llegar a la casa del compadre encontraron que este había muerto y lo estaban ya velando.



 LOS DUENDES DEL CEREZO

 Dicen que en Paijan (Trujillo - Perú) hace muchos años los labradores que tenían sus terrenos llenos de plantas y árboles, por ello a las 3:00 am les llegaba el agua para regar sus chacras y los labradores tenían que madrugar para poder regarlas. Había un señor que tenia su esposa y el señor tenia un terreno lleno de árbles de cerezos asi que el señor llamo a su terreno "el cerezo".Un dia cuando ese señor fue a regar sus cerezos, montado en su caballo, escuchó las risas de unos niños. El señor trato de averiguar de donde venían y noto que esas risas salían de una de las acequias que quedaba cerca de allí, cuando el señor se acerco para ver de quien eran las risas, de repente vio a unos niños bien pequeños y bien gringuitos que estaban desnudos bañándose en la acequia. El señor al ver a unos niños bañandose en la acequia con tanta alegría y a esas horas de la madrugada, salio corriendo del susto. Cuando llego a su casa le contó a su esposa sobre lo sucedido. La señora le dijo que el había visto a los duendes que seguramente estaban felices porque se han llevado el alma de un niño no bautizado. El señor nunca llego a estar seguro de quienes fueron esos niños pero sabia que los vio bañándose en la acequia.

 EL POZO DE DON JUAN 

 Se comenta que a la altura del denominado "cerro campana" al atardecer los que transitaban por esas zonas siempre solían observar que algo dorado se movía por la zona y que cuando se acercaban este objeto que tenía la forma de campana desaparecía de la mirada de sus seguidores. Cierto día un paijanero, llamado Juan, no resistió la tentación y con algunos peones llegó por la tarde al lugar y esperó a que apareciera el objeto brilloso. Cuando eran aproximadamente las 6 de la tarde, como todos los días, atónito vio como salía desde la tierra una campana de oro, espero a que se ocultase para luego ir a excavar y apoderarse del objeto. Dicen que excavó tantos metros que ante el cansancio de sus peones y del mismo terminaron por abandonar el sueño de tener en sus manos el precioso objeto dorado. Desde ese entonces a ese pozo que cavaron los peones se le llamo el "Pozo de don Juan".

 

LA LEYENDA DE LA CHANCHA Y SUS CHANCHITOS

 Dicen que en Paijan (La Libertad - Perú) a inicios siglo 20 no había luz y todos en la noche tenían que estar con velas y faroles. Todos los pobladores los sacaban a sus hijos a pasear o verlos jugar, pero a las 6:00 pm todos ya estaban en sus casas. Un día unos choferes que siempre pasaban por la panamericana norte, como habían conducido toda la noche, decidieron parar para descansar. Entonces en la bajada hacia el pueblo divisaron una chancha con sus chanchitos que pasaban por un puente, los choferes asombrados y curiosos por saber quien paseaba a sus chanchos a tan altas horas de la noche decidieron seguirlos para descubrir quien era el dueño de esos chanchos. Y grande fue su sorpresa cuando vieron que la chancha y sus chanchitos se dirigían hacia la Plaza de Armas y se zambullían en la pileta que antiguamente adornaba el lugar. Cuando se acercaron pudieron ver que la chancha y sus chanchitos desaparecieron como por arte de magia. Los choferes hicieron un escándalo que despertaron a todos los que vivían cerca de la Plaza de Armas. Uno de los pobladores le dijo a los choferes: uy ustedes señores ustedes señores han visto a uno de los tesoros que hace mucho tiempo unos pobladores lo enterraron debajo de la Plaza de Armas, pensando que algún día los iban a encontrar.

  EL DUENDE 

 Hoy son muchas las personas que aseguran y certifican la existencia de El Duende en varios pueblos. Afirman que suele aparecer como un niño encantador que les ofrece ramos de flores de hermosos colores a las jovencitas que deambulan solitarias por el camino y cuando éstas las van a recibir, las atrapa y las rapta para poseerlas. Otros campesinos dicen que es la figura de un joven de mirada penetrante, atractivo, con sombrero grande y jugando con flores en medio de los bosques siempre buscando engañar a las mujeres enamoradisas, las chicas y a los niños lo que motiva que nunca o permanezcan solos y apartados de sus familiares o conocidos. Versiones más atrevidas lo describen como un hombre corpulento, cabezón y vestido de taparrabo, el cuerpo seco como las zarzas de los montes, se dice que es capaz de remontar cumbres y lomas sin cansarse, vadear ríos tormentosos y luchar con las tempestades, mover peñascos y resistir como las bestias. Al entrar en acción crece de súbito como los espinazos de los gatos. Acompañado de un bastón de oro que le sirve de apoyo en los transes difíciles, como cruzar puentes, peñascos. Se dice que toma agua en una concha de caracol, Duerme en las puntas de las agujas, en los huecos de las tinajas, en los rincones oscuros. Para seguir su elegida, vela en los pajonales, en los aleros de los ranchos, en el filo de las cementeras. Puede permanecer en los tejados, en la mugre de los gallineros, encima o detrás, abajo o distante de los árboles desde donde vigila las mujeres que le gusta. Una mujer tocada por el duende se torna irritable, sin sueño e inapetente. Comienza a perder peso. En ocasiones habla y canta, reza y maldice. Llora por causa irreales o ríe ante sucesos funestos. Falta de memoria y con la voluntad debilitada, olvida sus obligaciones, juega a la imitación para terminar huyendo a la serranías más altas, donde danza desnuda. En esta soledad acontece la posesión entre alaridos que estremecen. Las costumbres tradicionales afirman que si se quiere aplacar tantas maldades hay que poner la contra, en ensalmo que lo destierre. Para ello basta con vestir la escogida con un trapo rojo o colocar en el lugar de los acontecimientos un instrumento melódico. Bautizar de nuevo a la que sufre, conjurar la vivienda; además puede también ahuyentarlo el casamiento de la infeliz, lo mismo que pasarla bajo un anillo que haya llevado un sacerdote, o darle tres tomas de agua bendita cuando corren las estrellas.



EL RELATO

Cuentan algunos viejos paijaneros  de buen animo y memoria, que lo que hoy es la plaza  de armas  de Paijan, fue antes el primer cementerio del pueblo .
El velador centinela de ese cementerio, establecido por los españoles , era la imagen del  "EL SALVADOR". Este sr debido a ser el patrón religiosos del pueblo ya que de el se debería  el hombre de la iglesia y quizás el hombre español del lugar : SAN SALVADOR la imagen del salvador esta en la capilla del camposanto, cuando llego la noticia en la playa del "brujo" , el mar había varado  un sarcófago  contenía la imagen de Jesus el hallazgo ocasiono un gran rebuelo entre los pobladores de la zona optaron por trasladar a Chocope este pueblo lo habia convertido en su patrono y le llamo "el sr del auxilio" a los pocos dias de este hallazgo aparecio una playa cercana a Paijan habían encontrado otro sarcófago igualmente barado por las aguas del mar; esta vez contenía la imagen del sr crucificado  los pescadores del lugar consideraron el hecho solo atribuirle el poder  divino . Le pusieron a la playa por nombre el milagro y al cristo lo llamaron "EL SR. DE LOS MILAGROS"La imagen fue trasladado a Paijan siendo muy venerada y desplazando a un segundo nombre la imagen del salvador se dio después el altar mayor de la iglesia.Como las imágenes de Chocope y Paijan los lugareños dedujeron una relación de familiaridad divina y decidieron celebrar lo muy original ceremonia de "EL CAMINO" esta constituida entre el sr. del auxilio y así al sr de los milagros el encuentro de las dos procesiones se regresaba a tres km de Paijan  quedando para la tradición la fiesta de " EL PRIMO HERMANO "


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